Es su primera visita a la sede de gobierno. Por eso, y por la importancia de las fechas, preparó un repertorio de tangos clásicos “que todo el público disfrute”. “Queremos encontrar la La Paz tanguera”, aseguró Dolores Solá.
La cantante y compositora festejará el Día de la Independencia de Argentina con un concierto gratuito en el Campo Ferial Chuquiago Marka (Bajo Següencoma). La presentación está programada para mañana a las 19:00.
Solá llegó acompañada por un cuarteto formado por los guitarristas Diego Rolón y Lucas Marcelli, el contrabajista Patricio Corela y el bandeonista Alejandro Montaldo. Juntos presentarán composiciones de diversos periodos de la historia del tango, además de otras piezas de la música criolla.
“No, no vamos a tocar las canciones de forma cronológica. Eso sería muy pesado. Lo que haremos es interpretar piezas de los clásicos como Gardel, algunas de mi grupo La Chicana y otras de compositores más contemporáneos”, adelantó.
Eso incluye otros géneros como la samba argentina, el vals e, incluso, estilos bolivianos como el taquirari. “Quién sabe, por ahí nos animamos a tocar el tango Illimani (Néstor Portocarrero)”, agregó.
En 1996 Solá formó La Chicana con su, entonces, marido Acho Estol. El objetivo era impulsar “una revolución musical”.
Escogieron el tango porque en esa época consideraban que el rock argentino estaba en decadencia, atrapado por los contratos comerciales con las grandes empresas transnacionales.
“Eso es todo lo contrario a la libertad que se supone que tenía que impulsar el rock”, dijo.
Así que decidieron investigar como podían expresar su “rebeldía musical”. Se fueron a “milonguear” (ir a locales a bailar tango) y descubrieron que no solo los mayores de traje y corbata escuchaban tango, también lo hacían los jóvenes veinteañeros con tenis.
En ese sentido siguieron el ejemplo español con el flamenco: unirse a otros ritmos, trabajarlos y producir algo nuevo.
“La ventaja es que el tango es una amalgama de varios géneros musicales. También que es un estilo muy filosófico: nos permite buscar respuestas a preguntas existenciales sobre el amor, la sociedad, la historia. Y lo hace con mucha, mucha pasión”, explicó la cantante.
No fue fácil. Solá reconoce que en su país hay una vieja guardia que ve al tango como lago sagrado e inmutable, que rechaza todo cambio e innovación.
Al mismo tiempo hay quienes consideran que es un estilo “de viejos” y que se necesita cierto conocimiento para disfrutarlos.
“Aprendí que debo ignorar a quienes lamentan los cambios, quienes preservan el tango de Gardel junto a sus medias que se pudo un día antes de morir. También en muchas ocasiones me vi en la situación de demostrar a la gente que les gusta el tango, solo que no lo sabían porque nos escucharon a nosotros u otros artistas nuevos”, contó.
La presentación fue gestionada por la Embajada de Argentina y el Ministerio de Cultura del país vecino. Fue organizada tanto como un festejo por el aniversario argentino como una celebración de la hermandad entre ambas naciones.
“Somos dos países con muchas similitudes. Incluso compartimos una prócer que es Juana Azurduy de Padilla. Para mi es muy importante poder actuar en ese contexto, ya que tengo afinidad ideológica”, dijo.
La entrada al evento es gratuita. Quienes acudan deberán hacerlo temprano.
Es su primera visita a la sede de gobierno. Por eso, y por la importancia de las fechas, preparó un repertorio de tangos clásicos “que todo el público disfrute”. “Queremos encontrar la La Paz tanguera”, aseguró Dolores Solá.La cantante y compositora festejará el Día de la Independencia de Argentina con un concierto gratuito en el Campo Ferial Chuquiago Marka (Bajo Següencoma). La presentación está programada para mañana a las 19:00.Solá llegó acompañada por un cuarteto formado por los guitarristas Diego Rolón y Lucas Marcelli, el contrabajista Patricio Corela y el bandeonista Alejandro Montaldo. Juntos presentarán composiciones de diversos periodos de la historia del tango, además de otras piezas de la música criolla.“No, no vamos a tocar las canciones de forma cronológica. Eso sería muy pesado. Lo que haremos es interpretar piezas de los clásicos como Gardel, algunas de mi grupo La Chicana y otras de compositores más contemporáneos”, adelantó.Eso incluye otros géneros como la samba argentina, el vals e, incluso, estilos bolivianos como el taquirari. “Quién sabe, por ahí nos animamos a tocar el tango Illimani (Néstor Portocarrero)”, agregó.En 1996 Solá formó La Chicana con su, entonces, marido Acho Estol. El objetivo era impulsar “una revolución musical”. Escogieron el tango porque en esa época consideraban que el rock argentino estaba en decadencia, atrapado por los contratos comerciales con las grandes empresas transnacionales.“Eso es todo lo contrario a la libertad que se supone que tenía que impulsar el rock”, dijo.Así que decidieron investigar como podían expresar su “rebeldía musical”. Se fueron a “milonguear” (ir a locales a bailar tango) y descubrieron que no solo los mayores de traje y corbata escuchaban tango, también lo hacían los jóvenes veinteañeros con tenis.En ese sentido siguieron el ejemplo español con el flamenco: unirse a otros ritmos, trabajarlos y producir algo nuevo.“La ventaja es que el tango es una amalgama de varios géneros musicales. También que es un estilo muy filosófico: nos permite buscar respuestas a preguntas existenciales sobre el amor, la sociedad, la historia. Y lo hace con mucha, mucha pasión”, explicó la cantante.No fue fácil. Solá reconoce que en su país hay una vieja guardia que ve al tango como lago sagrado e inmutable, que rechaza todo cambio e innovación.Al mismo tiempo hay quienes consideran que es un estilo “de viejos” y que se necesita cierto conocimiento para disfrutarlos.“Aprendí que debo ignorar a quienes lamentan los cambios, quienes preservan el tango de Gardel junto a sus medias que se pudo un día antes de morir. También en muchas ocasiones me vi en la situación de demostrar a la gente que les gusta el tango, solo que no lo sabían porque nos escucharon a nosotros u otros artistas nuevos”, contó. La presentación fue gestionada por la Embajada de Argentina y el Ministerio de Cultura del país vecino. Fue organizada tanto como un festejo por el aniversario argentino como una celebración de la hermandad entre ambas naciones.“Somos dos países con muchas similitudes. Incluso compartimos una prócer que es Juana Azurduy de Padilla. Para mi es muy importante poder actuar en ese contexto, ya que tengo afinidad ideológica”, dijo.La entrada al evento es gratuita. Quienes acudan deberán hacerlo temprano.
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