Una religiosa, una trabajadora del hogar y un hombre que estuvo a punto de perder la vida, son tres de los 50 elegidos en el concurso MasterChef Bolivia que desde el lunes atrapa la atención de los televidentes del país por la red Unitel. El certamen, cuya franquicia internacional se transmite en más de 200 países con más de 500 ediciones, esta vez fusionó los colores y sabores bolivianos.
En la gala del lunes en Santa Cruz, se presentó Libertad, una religiosa que llegó desde Cochabamba para competir por una de las cucharas de palo que simbolizan la llave de ingreso oficial al certamen. Antes de la competencia, la hermana contó que la madre superiora de su convento la animó a inscribirse.
La monja llamó la atención de la jueza, la reconocida chef boliviana Coral Ayoroa, con un platillo italiano: un risotto di piselli que sorprendió al jurado. Unos minutos después, Ayoroa la llamó y le dijo: “Quiero pedirle que hagamos una oración para que usted se quede con nosotros”; segundos después, entregó la cuchara de palo a Libertad, que emocionada levantó el símbolo en lo alto como el más preciado de los trofeos.
No fue la única. Wilder Alavconi fue otro de los afortunados. Él conquistó el paladar del juez chef Marcos González con un plato peruano, una causa limeña, que según contó la preparó con una receta de su bisabuela Fanny. Durante la entrevista, Alavconi relató que estuvo a punto de perder la vida por un tumor en la cabeza. Antes había fallecido su padre.
“Entré (al quirófano) con un cuadro de muerte sin poder hablar, caminar, ni mirar (…) y al tercer día me dieron de alta”, contó Wilder. Unos minutos después el chef Marcos al confirmarle que fue seleccionado como uno de los elegidos le indicó: “Voy a confiar en la receta de la abuela”, para después entregarle la cuchara.
Ruth, la mujer de pollera
El programa transcurrió y ya habían sido elegidos 49 concursantes y sólo quedaba una cuchara. Ése fue el momento de Ruth Quispe, una mujer de pollera y trabajadora del hogar.
Inspirada en su hijo de ocho años, Ruth preparó un postre de crema pastelera con frutas frescas. “Trabajo como empleada doméstica, aprendí nuevas recetas cocinando y a mi jefe le gustaba mucho (…) Me encanta la cocina y es mi pasión. A mi hijo le encanta lo que cocino”, sostuvo Ruth con la voz entrecortada y luciendo sus largas trenzas negras y un sombrero borsalino.
La chef Ayoroa se acercó a ella y le entregó la preciada cuchara, mientras la mujer de pollera nacida en La Paz lloraba de emoción ante los aplausos.
También resaltaron en la gala un asado colorado típico de Valle Grande preparado por el participante Wilson, quien también se llevó una cuchara. En la mesa del MasterChef Bolivia donde brillaron los colores y sabores nacionales, se destacaron unas albóndigas de sardinas, un saice tropical de Beni, un picante de lengua, un lomo borracho y el tradicional queso umacha.
La infaltable llajua
Gran parte de los manjares de los concursantes fueron acompañados por la infaltable llajua boliviana en distintas versiones. Hubo hasta con queso crema, ajo y la picante ulupica.
“¿Quieres ser la próxima MasterChef?”, preguntó el chef Marko Bonifaz a Katerine, otra concursante. “Sí, quiero ser la próxima MasterChef”, respondió a tiempo de recibir emocionada la cuchara de palo.
El concurso de cocineros aficionados más popular de la televisión internacional se realiza en la ciudad de Santa Cruz hasta donde llegaron centenares de aficionados para inscribirse. 200 fueron los preseleccionados y de éstos, 50 recibieron la preciada cuchara de MasterChef Bolivia.
Los jueces que calificarán la sazón son el chef uruguayo Marcos González con 23 años de experiencia, la reconocida chef paceña Coral Ayoroa y el chef y empresario Marko Bonifaz.
“Hoy espero ver su personalidad plasmada en sus platos”, así dio la bienvenida Bonifaz. “Quiero saber de qué sabores se componen sus sueños”, complementó Ayoroa.
El ganador del MasterChef Bolivia 2022 recibirá 5.000 dólares de premio, un curso completo de gastronomía y el trofeo de MasterChef Bolivia 2022. El programa se difunde todas las noches a las 22:00 por Unitel y sus redes sociales.
Una religiosa, una trabajadora del hogar y un hombre que estuvo a punto de perder la vida, son tres de los 50 elegidos en el concurso MasterChef Bolivia que desde el lunes atrapa la atención de los televidentes del país por la red Unitel. El certamen, cuya franquicia internacional se transmite en más de 200 países con más de 500 ediciones, esta vez fusionó los colores y sabores bolivianos.En la gala del lunes en Santa Cruz, se presentó Libertad, una religiosa que llegó desde Cochabamba para competir por una de las cucharas de palo que simbolizan la llave de ingreso oficial al certamen. Antes de la competencia, la hermana contó que la madre superiora de su convento la animó a inscribirse. La monja llamó la atención de la jueza, la reconocida chef boliviana Coral Ayoroa, con un platillo italiano: un risotto di piselli que sorprendió al jurado. Unos minutos después, Ayoroa la llamó y le dijo: “Quiero pedirle que hagamos una oración para que usted se quede con nosotros”; segundos después, entregó la cuchara de palo a Libertad, que emocionada levantó el símbolo en lo alto como el más preciado de los trofeos.No fue la única. Wilder Alavconi fue otro de los afortunados. Él conquistó el paladar del juez chef Marcos González con un plato peruano, una causa limeña, que según contó la preparó con una receta de su bisabuela Fanny. Durante la entrevista, Alavconi relató que estuvo a punto de perder la vida por un tumor en la cabeza. Antes había fallecido su padre. “Entré (al quirófano) con un cuadro de muerte sin poder hablar, caminar, ni mirar (…) y al tercer día me dieron de alta”, contó Wilder. Unos minutos después el chef Marcos al confirmarle que fue seleccionado como uno de los elegidos le indicó: “Voy a confiar en la receta de la abuela”, para después entregarle la cuchara.Ruth, la mujer de polleraEl programa transcurrió y ya habían sido elegidos 49 concursantes y sólo quedaba una cuchara. Ése fue el momento de Ruth Quispe, una mujer de pollera y trabajadora del hogar. Inspirada en su hijo de ocho años, Ruth preparó un postre de crema pastelera con frutas frescas. “Trabajo como empleada doméstica, aprendí nuevas recetas cocinando y a mi jefe le gustaba mucho (…) Me encanta la cocina y es mi pasión. A mi hijo le encanta lo que cocino”, sostuvo Ruth con la voz entrecortada y luciendo sus largas trenzas negras y un sombrero borsalino. La chef Ayoroa se acercó a ella y le entregó la preciada cuchara, mientras la mujer de pollera nacida en La Paz lloraba de emoción ante los aplausos. También resaltaron en la gala un asado colorado típico de Valle Grande preparado por el participante Wilson, quien también se llevó una cuchara. En la mesa del MasterChef Bolivia donde brillaron los colores y sabores nacionales, se destacaron unas albóndigas de sardinas, un saice tropical de Beni, un picante de lengua, un lomo borracho y el tradicional queso umacha. La infaltable llajuaGran parte de los manjares de los concursantes fueron acompañados por la infaltable llajua boliviana en distintas versiones. Hubo hasta con queso crema, ajo y la picante ulupica.“¿Quieres ser la próxima MasterChef?”, preguntó el chef Marko Bonifaz a Katerine, otra concursante. “Sí, quiero ser la próxima MasterChef”, respondió a tiempo de recibir emocionada la cuchara de palo.El concurso de cocineros aficionados más popular de la televisión internacional se realiza en la ciudad de Santa Cruz hasta donde llegaron centenares de aficionados para inscribirse. 200 fueron los preseleccionados y de éstos, 50 recibieron la preciada cuchara de MasterChef Bolivia. Los jueces que calificarán la sazón son el chef uruguayo Marcos González con 23 años de experiencia, la reconocida chef paceña Coral Ayoroa y el chef y empresario Marko Bonifaz.“Hoy espero ver su personalidad plasmada en sus platos”, así dio la bienvenida Bonifaz. “Quiero saber de qué sabores se componen sus sueños”, complementó Ayoroa.El ganador del MasterChef Bolivia 2022 recibirá 5.000 dólares de premio, un curso completo de gastronomía y el trofeo de MasterChef Bolivia 2022. El programa se difunde todas las noches a las 22:00 por Unitel y sus redes sociales.
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