Claure, la fiesta bolivarista, CAR, ídolos y victoria celeste

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Momento celeste lleno de felicidad. La sonrisa nunca le faltó en una fiesta que vivió de principio a fin el presidente del club Bolívar, Marcelo Claure. Desde su llegada, el viernes, el empresario tuvo días maratónicos, con muchas actividades como habitualmente realiza en su llegada al país, y todo ese trabajo derivó en un ¡Gracias Marcelo! por parte de los bolivaristas y un ¡vamos Academia! de parte del titular académico.

El viernes en su arribo a la ciudad de El Alto ya anticipó que tendría muchas sorpresas para los bolivaristas, y así fue. En su reunión con la alcaldesa Eva Copa, comenzó las gestiones para recuperar los terrenos de Santa Rosa que el club perdió hace mucho tiempo.

Claure no paró, fue a visitar al primer plantel del equipo, compartió un momento con ellos, se entrenó bajo las órdenes de Beñat San José, siendo un arquero, tapó penales, atajó algunos remates y sobre todo motivó a sus jugadores.

Ya en sábado, por la tarde inauguró el Centro de Alto Rendimiento “Guido Loayza Mariaca”, con la presencia de los socios del club, quienesdisfrutaron ver el partido con las leyendas de la Academia.

“Para mí el Bolívar es todo, el cariño que tiene la gente no lo tienes en ningún club de España, ni Estados Unidos, es indidespriptible, de verdad te dicen gracias y eso te permite seguir haciendo cosas grandes e invirtiendo”, señaló Claure luego de su partido.

Ayer, la fiesta de los celestes se trasladó al Hernando Siles, Claure recibió el cariño de toda la hinchada que le agradeció por el CAR, se tomaron fotos y le entregaron regalos en la norte y preferencia. No dudo en estar en la barra, con los que alentó los primeros 45 minutos ¡Y vamos vamos… la Acade campeón! ¡Bo Bo Bo Li Li Li Var Var Var Viva Bolívar! Fue parte del aliento de Claure junto a la Vieja Escuela.

Ya en el segundo tiempo, presenció el partido en el sector de butaca junto a su familia y directorio; ante la falta de gol, comenzó la desesperación, se lo veía algo ansioso por los goles que fallaban sus jugadores, no fue hasta el minuto 80 que desconcertado como todo el público, festejó el gol de Pablo Hervías, se levantó, aplaudió y volvió a mostrar la sonrisa inicial.

Al minuto 90 se retiró, fue a despedirse de su plantel, subió a su vehículo, recibió un álbum de fotografías, un hincha no desaprovechó para decirle “Marcelo que Dios lo bendiga”, respondió con un gracias y hasta luego. Así se fue, con sueños realizados y nuevos desafíos.

 

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