Implantes mentales

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La construcción del pensamiento lógico reflexivo es característica esencial de la humanidad. Nuestra capacidad de razonar es inmanente a nuestra capacidad de observar, el asombro inicial de la observación se transforma en conceptos, ideas y conclusiones sobre todo aquello que merece ser indagado. El asombro y la curiosidad dan paso a la reflexión; se piensa y discierne entre las múltiples opciones existentes sobre una misma postura o situación, para luego filtrar dichas opciones mediante el pensamiento crítico para llegar a desembocar en la verdad o, por lo menos, a lo más cercano a ella.
La implementación de contenidos en formato de “enlatados” en la malla curricular para la educación escolarizada resulta altamente preocupante, por el simple hecho de que se trata de imponer ideologías en lugar de promover el aprendizaje, eliminando con ello la importancia de la reflexión y de la racionalización de conceptos, solo importando su repetición y, por ende, el adoctrinamiento de los estudiantes. De esta manera, la inclusión se convierte en imposición.
Modernizar la malla curricular para la educación escolarizada es necesario. Lo que llama la atención es la falta de honestidad intelectual con la que se está manejando dicho cambio. Falsear la historia e imponer ideologías no es una reforma o modernización de contenidos, son simples “implantes mentales” cuyo único fin es el de suplantar a la sana crítica por una simple y mera repetición de contenidos falseados e incluso importados. La nueva malla curricular que quiere imponer el régimen actual forma parte de estos “implantes mentales importados”, con algunos parches que le dan el aspecto de modernidad”, pero que en realidad solo responden a una imposición descarada de ideologías y visiones políticas sesgadas.

Este tipo de imposiciones no coadyuva a la formación de los estudiantes, pues el fin de este tipo de contenidos, no es su formación intelectual e integral, al contrario, es simple adoctrinamiento político local y una implantación abusiva de temáticas relacionadas con la ideología de género. Rechazar este tipo de contenidos no es solo menester del Magisterio, todos los actores del quehacer educativo debieran informarse bien sobre las nuevas temáticas que se quiere implementar en la educación escolarizada, pues, al final, son los padres los únicos responsables de la formación integral de sus hijos y no así el Estado y sus importaciones progresistas.
El proceso educativo debe permanecer ajeno a cualquier inclinación política-ideológica, o por lo menos brindar espacios para el debate y la reflexión propia de los estudiantes. Convertir las aulas en centros de adoctrinamiento político/cultural contradice la misión educativa en todo aspecto, puesto que la educación no es sinónimo de proselitismo ni de imposición ideológica.

El autor es Teólogo y Bloguero.

La entrada Implantes mentales se publicó primero en El Diario – Bolivia.

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