Wilder Cabrera Laruta
Parte II
La lectura y la escritura van juntas. Mientras que el niño aprende una, simultáneamente está aprendiendo la otra. Los garabatos y los dibujos son sus primeros esbozos de escritura. Pronto empezará a escribir las letras del alfabeto. Esto le ayudará a discriminar los diferentes sonidos que cada una de ellas representa. Al ir descubriendo las letras y los diversos sonidos, éstos le darán la noción sobre cómo deletrear las palabras a través de las sílabas.
Cuando comience a escribir palabras enteras, muy posiblemente lo realizará cometiendo errores ortográficos. De todos modos, será digno de valorar su esfuerzo, y nos daremos cuenta de que su intento es bastante bueno por ser la primera vez.
Cuando se realiza la lectura en voz alta, es importante realizar una pausa de vez en cuando, y señalarle las distintas letras y palabras que el relato contiene; como así también relacionarlas con los dibujos que representan cada una de ellas.
Fases de aprendizaje de la lectura
Logográfica, durante esta fase son identificados logos e imágenes con palabras…
Alfabética, esta fase se inicia en el momento de relacionar las letras con su sonido.
Ortográfica, se reconoce el grupo de letras y palabras…
Fluida expresiva.
Cuando alcanzan la edad de 4 años, los niños empiezan a entender que las palabras escritas contienen un significado. A los 5 años, la mayoría comienza a notar que las palabras están ubicadas espacialmente de izquierda a derecha. Muchos niños, en esta etapa, inclusive comienzan a identificar letras mayúsculas y minúsculas y a «leer» palabras simples. Al finalizar el nivel inicial, el niño tal vez quiera leer por su propia cuenta. Será importante permitir que lo haga, pero siempre y cuando esta iniciativa surja de él mismo. La lectura debe ser un motivo por el cual se sienta orgulloso.
Poco a poco su lenguaje interior se irá conformando, así se sentirá seguro y podrá disfrutar, plenamente, del discurso literario. Hay muchas ocasiones que son propicias para compartir una buena lectura: al viajar en el coche, mientras retomamos el camino a casa, escuchando una grabación con uno o varios cuentos… Pero, verdaderamente, el momento especial para llevar a cabo esa lectura compartida es, obviamente, en su cuarto, cuando el niño se va a dormir.
Una actividad que se tiene que realizar de manera constante es el cuento de la noche, que debe tener un ritual propio. Para comenzar, será preciso que se le asigne un tiempo exclusivo, dedicado sólo a disfrutar juntos de la lectura, sin padecer interrupciones. Tanto el adulto como el niño, tienen que sentirse cómodos, a gusto: sentados o acostados, siempre cerca uno del otro para que el pequeño logre contemplar las imágenes sin dificultad y también para intercambiar instantes de afecto. La elección puede realizarla el niño, aunque también es bueno que se le ofrezca alguna otra propuesta.
Al efectuar la lectura, el adulto no solo recrea la historia con su voz, sino que debe además incorporar sus dotes actorales para sacar a luz la emoción y el suspenso que el relato conlleve. Si al finalizar la narración, el niño quiere hacer algún comentario, acerca de lo que el cuento le dejó, hay que detenerse a escuchar su reflexión sobre lo que acaba de oír. Pero el comentario debe ser siempre espontáneo, no se lo puede forzar a que realice un relato. Y siempre, de más está decirlo… leer el cuento desde el principio hasta el fin.
A continuación, haremos una aproximación general acerca de ciertos criterios que deberían ser considerados por el docente al intervenir en las situaciones de enseñanza-aprendizaje.
Realizar preguntas del tipo exploratorio y de justificación.
Dejar un tiempo para que los niños intenten responder a las preguntas planteadas, sin pretender que su respuesta sea correcta ni inmediata. Será necesario evaluar cuándo es el momento más adecuado para insistir en una cuestión, y retomarla más adelante o implemente dejarla sin resolver hasta otra oportunidad.
Cuando se hace preguntas exploratorias se debe ofrecer elementos contextuales a fin de evitar que los niños traten de adivinar la respuesta, por no contar con elementos suficientes. Luego de estas anticipaciones, y a partir de ellas, es necesario buscar indicadores que las justifiquen.
Si bien el docente valida las respuestas, deberá brindar un espacio en el que los alumnos, tengan la responsabilidad de ser ellos mismos los que emitan juicios, que puedan realizar confrontaciones, intercambios con sus iguales, verificar sus hipótesis por ellos mismos. Es cierto que el docente tiene la última palabra, pero es importante que ésta no sea la primera.
Debemos conocer la importancia de la interacción de los niños y las niñas con los materiales escritos en el aprendizaje de la lectoescritura. En este proceso, el niño y la niña formulan hipótesis, las ponen a prueba y las aceptan y rechazan según los resultados que van obteniendo. Pero, además, es preciso el acompañamiento y guía por parte del docente. Por ello, además de brindarles diversas actividades, es indispensable recordar bien los pasos que siguen en su evolución, para ayudarlos a avanzar, encontrando el momento y la manera adecuados para provocar «conflictos» de conocimiento que los lleven a buscar nuevas respuestas por sí mismos.
Antes de la etapa de hipótesis pre- silábica no hay comprensión de simbolismo en las letras, por lo que no diferencian letras de dibujos. Gradualmente irán avanzando hacia el nivel siguiente.
A partir de todas las aportaciones que se hacen desde las distintas disciplinas hacia la lectoescritura, podemos decir que como docentes no podemos adoptar una única teoría en la hora de afrontar dicho proceso de enseñanza y aprendizaje. Además, la importancia que tiene el proceso de la lectoescritura en nuestra sociedad, hace que los docentes tengan la responsabilidad de continuar actualizándose en nuestra tarea, y así llegar a ser críticos/as, reflexivos/as y competentes en el quehacer pedagógico.
Sólo de este modo, seremos capaces de elaborar situaciones conflictivas, a partir de las cuales los niños y las niñas podrán construir sus propios conocimientos. Sin descuidar que ellos y ellas tienen un papel tan importante como el nuestro, dejemos volar la imaginación para que ellas y ellos sean parte de la construcción de sus propios conocimientos.
La entrada La adquisición de la lectoescritura desde el nivel inicial se publicó primero en El Diario – Bolivia.
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