El escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia Católica ha sacudido al país y hay una exigencia generalizada para que se sancione a los responsables y también a los encubridores. Sin embargo, algunos actores manejan políticamente este asunto, sin medir consecuencias para el resto de la comunidad, como por ejemplo para los estudiantes de colegios de convenio.
Ayer, padres de familia reclamaron porque algunos grupos que se movilizan exigiendo castigo por estos casos llegaron hasta puertas de algunos establecimientos con pancartas y gritos ofensivos, afectando a los estudiantes, que nada tienen que ver con estos casos.
Dijeron que estas movilizaciones hicieron que algunos escolares no quieran vestir sus uniformes por miedo a ser agredidos, cuando antes los vestían con orgullo.
Si bien es justificada la desconfianza de algunos porque sea la propia Iglesia la que investigue las denuncias contra algunos de sus miembros, también lo es el temor de otros porque en este caso la justicia actúe políticamente. En todo caso, habrá que dejar que se actúe desde ambos lados en espera de castigo para todos los culpables.
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