Las lágrimas de Estela Quintana no dejan de caer. Han pasado casi cuatro años desde que su sobrina, Abigail, fue hallada muerta en un barranco cerca de la casa de su enamorado, Tadeo J.T. en la zona Sur. Ella fue víctima de feminicidio, desde entonces la familia peregrina por justicia. A la fecha ya gastaron 15.000 dólares, pero debido a que su agresor escapó del centro de rehabilitación, ahora deben ser parte de un nuevo proceso, lo que para ellos esto se ha convertido en un “calvario”.
“Este es un caso emblemático de la injusticia en Bolivia”, afirmó la abogada Paola Barriga, quien defiende a la familia de Abigail.
Recordó que la joven falleció de una forma muy cruel, porque su verdugo la asestó 27 puñaladas hasta quitarle la vida y debido a que el agresor era menor de edad, porque tenía 17 años, le dieron “sólo seis años de privación de libertad”.
Para la jurista, el caso llamó mucho la atención porque al verdugo de Abigail le dieron sólo ese tiempo de detención preventiva “cuando la Ley 348 establece que en ese tipo de delito se le debe sentenciar con 30 años de privación de libertad sin derecho a indulto”. “Lamentablemente, hemos advertido que en este caso no se tome en cuenta como delito único y se hizo una discriminación favoreciendo al feminicida que destruyó la vida no sólo de Abigaíl, sino de toda su familia”.
Recordó que fue el 11 de marzo de 2020 cuando se obtuvo la sentencia ejecutoriada y él debía cumplirla en el Centro de Rehabilitación en La Paz. Sin embargo, cuando él cumplió la mayoría de edad, debía ser trasladado a otro penal y, pese a que durante la pandemia se insistió para que lo trasladen a otro recinto juvenil, no se viabilizó la solicitud.
Estela resaltó que durante ese tiempo la familia se desgastó, no sólo moralmente, sino económicamente, pues en todos los correteos gastaron e primera instancia “cerca de 10.000 dólares”.
Pero los gastos no concluyeron ahí, pues fruto de todo lo que vivió, la mamá de Abigaíl se enfermó. “Le atacaron los nervios. No fue sencillo lidiar con todo, tuvimos que llevarla al hospital, gastar en medicamentos, médicos. Ha sido duro para toda la familia”, dijo la tía de Abigaíl.
Sin embargo, el tormento no terminó ahí, pues el año pasado Tadeo se dio a la fuga tras evadir a su custodio. “A partir de ese momento, se le abrió otro caso por evasión”.
En agosto de 2022, Página Siete informó que su padre, Oswaldo Terceros, logró distraer al custodio para que Tadeo huya. Debido a ello, Terceros obtuvo la detención domiciliaria.
Al día siguiente de su huida, Tadeo se entregó y “él confirmó que se dio a la fuga, dijo dónde ha ido, qué ha hecho. Contó todo”.
Ante ello, dijo Barriga, el juez tendría que emitir una sentencia, sin embargo aseguró que el Ministerio Público solicitó que se haga una investigación, por lo que se continúa con el proceso.
Todo eso logró que la familia de Abigaíl nuevamente erogue gastos y la salud de la mamá de la joven está más deteriorada. “La revictimizan aún más, ya no puede con esta situación porque el dolor de revivir nuevamente todo es para ella”.
Barriga contó que la mamá de Abigail “ya tiene mucho temor cada que la notifican, ya no duerme, es una angustia para ella”.
La tía de la víctima resaltó que con todo eso sus gastos “ya alcanzan cerca de los 15.000 dólares”.
“Es inaudito que no entiendan las autoridades, ya que en este caso de evasión, nosotros no somos parte. Además, con todas las declaraciones de Tadeo, el juez ya debió generar una sentencia”, dijo Barriga.
Sin embargo, el jueves se llevó a cabo una audiencia de ampliación de detención preventiva y el juez concedió dos meses más a los cuatro que ya tenía. “desconoció que el denunciado es un feminicida y tiene que estar en la cárcel hasta que cumpla su sentencia, es decir dos años más”.
Ahora, ya se tiene una acusación y se espera que pronto se ingrese a juicio oral. “Esperemos que el tribunal de sentencia dicte sentencia para que concluya el caso”.
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