A una hora y media de La Paz se encuentra el Ecoparque Las Orquídeas, que desde hace tres años es un refugio para las abejas nativas bolivianas. El equipo de rescatistas voluntarios alberga y protege a al menos 14 especies, las cuales luchan contra la invasión del ser humano y la sequía que poco a poco sienten en las regiones cálidas de La Paz.
Ruta de la miel
Página Siete visitó este lugar que está ubicado dentro del Parque nacional y área natural de manejo integrado Cotapata, que es el hábitat de muchas especies, entre ellas las abejas nativas sin aguijón.
Estos antófilos están escondidos o a la vista, en troncos o tubos, en la humedad o bajo el intenso sol. Cada especie busca un espacio adecuado para ellas, sin embargo con el pasar de los años, la gente ha ido estableciendo sus casas en estas montañas, desplazando así el hogar de cientos de animales.
“De estas (abejas) nos informaron los comunarios, quedaron botadas en media carretera”, cuenta una de las técnicas, Cinthia Callisaya, quien es zootecnista voluntaria de la organización sin fines de lucro Ecorefugio de Abejas Nativas sin Aguijón, la cual busca preservar las especies de abejas de Cotapata.
Callisaya indicó que cada vez más se pierde la cantidad de abejas, ya que hay desmonte o construcciones, lo que afecta el ecosistema y disminuye la producción de humedad. “Mientras veamos menores cantidades de una colonia (de abejas), quiere decir que Los Yungas se está secando. Menos humedad es porque estamos perdiendo bastante agua”, dice.
Explica que la deforestación es la principal razón para la pérdida de abejas, porque las personas ingresan poco a poco al parque de manejo integrado, deforestan y queman las plantas que son el alimento de los animales e insectos y éstos mueren.
Los comunarios ya conocen de esta organización y los llaman cuando encuentran panales de abejas para que las rescaten, porque si no están en un hábitat adecuado, pueden llegar a extinguirse.
Algunas son muy pequeñas que se asemejan a mosquitos, otras son medianas, y otras como las típicas abejas que todos conocen (Apis mellífera), las de la cola rayada con amarillo y negro; pero, lo que pocos saben es que éstas últimas son extranjeras y las trajeron a Bolivia porque tienen mayor capacidad para producir miel en grandes cantidades.
Mientras que las bolivianas, lo hacen para su supervivencia, pero su cosecha sirve como medicina para varias afecciones, y estos secretos son conocidos en algunas comunidades, las cuales saben cómo usarlas, así lo asegura la agrónoma y voluntaria del Ecoparque Patty Poma.
“Hay que desmentir algunos mitos, no todas las mieles son dulces ni todas las mieles son comestibles”, explican las técnicas, pues hay algunas abejas nativas que producen mieles tóxicas que incluso pueden llevar a la muerte de una persona. Otras mieles son amargas y otras son parecidas a la conocida miel dulce que se vende en los supermercados y mercados del país.
Un dato interesante es que las abejas nativas tienen el aguijón atrofiado, por lo tanto no pueden picar, pero crearon otro método defensivo, crecieron sus pinzas bucales con las cuales muerden a quien representa una amenaza. En caso del ser humano, no causa ningún efecto más que el dolor del momento, a excepción de que la persona sea alérgica, pero nunca se llegó a una situación de gravedad en la que se tenga que acudir a un centro médico, cuentan los técnicos de Las Orquídeas.
En el Ecoparque se promociona una ruta de la miel, a través de la cual se busca generar conciencia para el cuidado de las abejas. “Nosotros desarrollamos la ruta de la miel donde nuestro principal objetivo es sensibilizar a la gente que nos visita acerca de las diferentes variedades de abejas que existen en Bolivia, pero también dentro del parque nacional de Cotapata y cómo cuidarlas”, dijo el responsable de Turismo del Ecorefugio Las Orquídeas, Américo Trujillo.
El Ecoparque tiene una extensión de cinco hectáreas, está dividido en tres áreas: la recepción, el ecorefugio de abejas nativas y las cabañas y “columpios al vacío”. Este espacio sirve para generar recursos económicos para mantener este santuario y para continuar con el trabajo de sensibilización y capacitación, pero además reproducción de más abejas para que las especies no se extingan.
“El mensaje que nosotros transmitimos es a partir de la conservación, preservación y rescate de abejas nativas, porque las abejas son conservadoras y restauradoras de ecosistemas. Conservadoras porque van a empezar a diseminar semillas o polinizar plantas para obtener frutos o miel, sino también polinizadoras porque a partir de la polinización van a empezar a regenerar estos espacios”, agrega Trujillo.
¿Cómo llegar?
El Ecoparque Las Orquídeas atiende de lunes a domingo, se puede llegar al lugar de manera independiente tomando una movilidad desde la terminal de Minasa con dirección a Coroico y quedarse en el Kilómetro 82. También pueden optar por buscar una agencia turística.
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