“Inflaba el capital del Banco Fassil de una manera mentirosa”. “Tenía los mismos directores”. “Compraba inmuebles y los vendía a precios elevados”. “Evadía impuestos”. “Lavaba activos”. Utilizaba a la entidad bancaria “a través del esquema Ponzi”. Esas son algunas conclusiones a las que especialistas y exautoridades llegaron, luego de revisar documentación de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), para describir a la firma Santa Cruz Financial Group, principal inversor de la compañía intervenida.
En oposición, otro experto advirtió irregularidades desde el 26 de abril, cuando autoridades del país intervinieron uno de los bancos más grandes de Bolivia, luego de la detención de cuatro de sus ejecutivos, acusados de delitos financieros, entre protestas de los usuarios que exigían la devolución de su dinero.
¿Qué es el Santa Cruz Financial Group? Es una empresa financiera del Banco Fassil y de otras firmas, algo que está avalado por la Ley de Servicios Financieros.
“La norma establece que las empresas del mercado financiero, es decir de intermediación, que tienen conexión entre sus accionistas, tienen que conformar grupos financieros. Esto es importante porque la autoridad de supervisión del sistema financiero, a través de la supervisión consolidada, efectúa una verificación del funcionamiento de esos grupos. Es como la madre de todas las empresas del grupo financiero”, explicó Lenny Valdivia, exdirectora de la autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).
Según datos del Servicio Plurinacional de Registro de Comercio (Seprec), el Financial Group nació en 2017. Por los documentos filtrados por la UIF a medios de comunicación, la empresa realizaba movimientos irregulares.
“Era un financiamiento circular que provenía de los propios préstamos u operaciones financieras que llevaba adelante Fassil. Esto significaba que se inflaba el capital del Banco Fassil, de una manera no legal y mentirosa porque no representaban inyecciones nuevas de capital sino que venían de recursos que el Banco Fassil prestó a terceras personas que luego inyectaban estos recursos al propio banco, a través de este grupo de financiamiento”, interpretó Gabriel Espinoza, exdirector del Banco Central de Bolivia.
Sin embargo, para el jurista Johan Zambrana, especialista en derecho empresarial, derecho tributario y derecho constitucional, Santa Cruz Financial Group y el Banco Fassil son dos empresas distintas, basándose en la revisión de información en el Seprec, la Bolsa Boliviana de Valores, y la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).
“Ninguna sociedad se aprovechó de la otra. Por el contrario, el Banco Fassil tiene como accionista a la sociedad Santa Cruz Financial Group con una participación del 36.7692000000% del 100% del capital social del referido banco, y no al revés; por lo tanto, cada incremento del capital social que pudo efectuarse en el banco, pues también salió del aporte que pudo efectuar Santa Cruz Financial Group. Es decir que, Santa Cruz Financial Group, por su aporte económico, robusteció al banco, al igual que los otros accionistas del referido banco, y toda esta información es pública y se encuentra en la propia página de la ASFI, aclaró.
Nadia Beller, abogada y analista, quien obtuvo documentación oficial, identificó que el Grupo fue creado “por Inversiones La Sierra, por siete familias de Santa Cruz. Son dueños, inicialmente, del 77%. Ahora ese 77% bajó al 72%, esto por una regulación de la ASFI, que los obligó a crear la sociedad controladora”. Con datos de la asamblea de inversores de La Sierra y de Santa Cruz Financial Group, Beller detalló que “Inversiones La Sierra comenzó con 14 millones de dólares y ahora tiene más de 1.000 millones de patrimonio porque es dueña de las otras empresas”.
El esquema Ponzi es una operación fraudulenta de inversión que implica el pago de intereses a los inversores de su propio dinero invertido o del de nuevos inversores. “En un esquema Ponzi o piramidal se pagan altos rendimientos a inversionistas con sus propios aportes y de nuevos inversionistas. Para que funcione se requiere que el número de participantes nuevos sea mayor al de los existentes”, detalló Jaime Dunn.
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