Transcurridos cuatro meses del primer brote de gripe aviar registrado en Cochabamba las pérdidas económicas superan los 29 millones de bolivianos, tras la muerte y sacrificio de al menos 583 mil aves de granja y traspatio. Los avicultores aseguran que se recuperan lentamente y estiman que hasta fin de año podrían superar los efectos negativos de la influenza.
“La situación es crítica principalmente para los pequeños y medianos (granjas) porque son los que tienen menos y menor apoyo financiero. Los grandes hemos tenido que regresar a la banca con créditos elevados. Estamos esperando la reunión con el ministro (de Desarrollo Rural y Tierras) para ver si nos tiene alguna novedad sobre el apoyo que nos va a dar el Gobierno con créditos blandos y tasas bajas. Aún no hay nada oficial. Del apoyo gubernamental hasta ahora no hay nada. En cuestión de carne, se va ir normalizando a mediados de junio, del huevo en septiembre y octubre, y hasta fin de año todo será normal, posiblemente”, afirmó el vicepresidente de la Asociación de Avicultores de Cochabamba (ADA), Iván Carreón.
El 27 de enero, tras estudios de laboratorio, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) confirmó el primer brote de alta patogenicidad en una granja de aves de postura o gallinas ponedoras de huevo en el municipio de Sacaba.
Posteriormente, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras y el Senasag declaró emergencia zoosanitaria en Bolivia para controlar y erradicar ese virus que afecta a las aves.
A la fecha no existe un informe oficial sobre cómo la gripe aviar ingresó al país y a Cochabamba, solo manejan teorías o hipótesis. Los agropecuarios consideran que fue a través de los insumos y alimentos para aves que son importados de otros países. Los de ADA y las autoridades gubernamentales sostienen que las portadoras son las aves migratorias o silvestres desde el hemisferio norte hasta el sur.
Según la Organización Panamericana de la Salud la influenza aviar, también conocida como gripe aviar, es una enfermedad infecciosa que principalmente afecta a las aves y que es causada por varios virus de la gripe tipo A.
Las pérdidas
El virus atacó a 30 granjas de seis municipios: Sacaba, Quillacollo, Tiquipaya, Cliza, Capinota y Mizque. Murieron y fueron sacrificadas al menos 583 mil aves, según datos oficiales.
De acuerdo con Carreón, la pérdida por una gallina es de 50 bolivianos, por lo que la afectación económica aproximada sería de 29,2 millones de bolivianos.
La recuperación es lenta. Algunos avicultores necesitan cinco, ocho o 12 meses para reponerse, debido a que las granjas afectadas ingresaron en cuarentena, razón por la cual no podían recibir más gallinas, algunas recién están siendo liberadas, pero necesitan tiempo para que se cumplan las etapas de producción y cría de las aves.
“El problema es que nosotros llevamos a nuestras granjas en producción gallina lista para faenear. Entonces no lo podemos repoblar inmediatamente”, explica el portavoz de ADA.
Carreón también es avicultor y propietario de siete granjas, una de ellas, ubicada en El Paso del municipio de Quillacollo, fue afectada por el virus.
El productor cuenta que perdió más de 750 mil bolivianos luego de la muerte de al menos 20 mil gallinas. “Domingo en la noche (finales de febrero) me llamaron y me dicen ‘don Iván, se está enfermando la gallina’. Al día siguiente fui y evidentemente habían gallinas muertas. Inmediatamente notifiqué al Senasag y se hicieron los análisis correspondientes de sangre para ver si tenían el virus. Dio positivo. A los dos días se hizo el entierro sanitario del primer galpón, dos días después se hizo del segundo, el tercero fue de forma voluntaria, porque no teníamos dónde llevar la pollita bebé”, recuerda Carreón.
En esa granja tenía tres galpones con 7.000 gallinas cada una. Detectaron aves muertas en dos galpones, razón por la cual todas fueron sacrificadas, en cambio, en el tercer almacén aún no había llegado la enfermedad, pero por precaución Carreón decidió –previa autorización del Senasag- que también sean eliminadas. Aún desconoce cómo ingresó el virus, ya que se considera estricto y minucioso en los cuidados sanitarios y de bioseguridad en sus granjas. “Es una pregunta que me hice miles de veces. Tengo especialidad en sanidad avícola, soy sumamente exigente con la sanidad. Debió llegar con los pajaritos, aunque ni ellos pueden ingresar a los galpones. Se implementan medidas de bioseguridad”, precisa.
En los mercados
Como efecto inmediato, la carne de pollo y el huevo se encarecieron en los mercados de Cochabamba tras la muerte y sacrificio de las aves de granja y de traspatio afectadas por la influenza aviar.
A principios de año el kilo de pollo se vendía entre 13 y 15 bolivianos, pero desde febrero el precio fue incrementando de 17 hasta 20 bolivianos, dependiendo la zona. Por ejemplo, en la zona de la Muyurina (al norte de la ciudad) el kilo lo venden entre 18 y 20 bolivianos con menudo; en el mercado Cruce Taquiña el kilo está 17 y 18 bolivianos, mientras que en Villa México (en el sur) el kilo está entre 16 y 18 bolivianos.
El incremento es aún mayor en la unidad y maple de huevo. Antes el maple (30 unidades) de tercera estaba entre 15 y 18 bolivianos y la de primera a 20 y 22 bolivianos. Ahora la de tercera está a 30 bolivianos y la de primera en 35 bolivianos. En las tiendas de barrio venden dos unidades a 2,50 bolivianos, lo que representa un incremento de hasta 150%.
“Conviene comprar por maple porque la unidad está muy cara. A mis hijos les gusta bastante huevo, no les puedo decir que ya no coman. En todo lado subió el precio del huevo y del pollo, y parece que así va estar por mucho tiempo”, asegura Soledad Villa, vecina de Villa México.
Para contrarrestar el alza, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) vende el “maple solidario” a 24 bolivianos. Mientras que a través de la Billetera Móvil habilitó dos presentaciones de 20 unidades a 19 bolivianos y de 30 a 28 bolivianos. Según la empresa estatal, cada día comercializan entre 600 a 700 maples.
En la oficina central de Emapa, en la calle Hamiraya, entre Ecuador y Mayor Rocha, la fila de personas interesadas en comprar ese alimento suele superar las dos cuadras. Debido a la demanda la venta está restringida a solo un maple por persona. Además de huevo también comercializa el kilo de carne de pollo a 14,70 bolivianos.
Según los avicultores, en Santa Cruz se produce el 63% de pollo, lo que se destina al resto de las regiones del país; Cochabamba produce un 35%, que principalmente se envía hacia el occidente. En el caso del huevo, Santa Cruz produce el 55% y Cochabamba el 45%.
Se estima que en Cochabamba, en los 47 municipios, existan más de 200 granjas, entre grandes, medianas y pequeñas. ADA agrupa 105 asociados, sobre todo grandes y medianas.
Este medio intentó, en reiteradas oportunidades, comunicarse con el director general del Senasag, Javier Suárez, para conocer la situación epidemiológica y la vacunación contra la gripe aviar, pero no contestó su teléfono celular.
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